Marjorie Alfaro Odicio: cuando la voluntad supera a la violencia

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La historia de Marjorie Alfaro Odicio es una historia que desafía todas las probabilidades y que, hasta el día de hoy, sirve como ejemplo de una extraordinaria perseverancia y crecimiento personal. Para entender cómo y por qué la ahora promotora comunitaria de 38 años de edad fue capaz de superar distintos obstáculos, podemos empezar por observar su niñez. A la edad de siete años, Marjorie sufrió constantes abusos de parte de su padrastro mientras su madre era incapaz de protegerla. Marjorie huyó de esta horrible realidad, quedándose sin hogar a sus cortos 13 años.

 

A los 21 años, Marjorie encontró el amor y se casó. Lastimosamente, su propio matrimonio era el reflejo de la misma relación que compartían su madre y su padrastro. Por ocho insoportables años, Marjorie sufrió de un constante abuso físico y emocional de parte de su pareja, incluso cuando estaba en la espera de su segundo hijo. Marjorie se intoxicó de tanta violencia, que se volvió abusiva con sus propios hijos.

 

 “Cuando tu autoestima es tan baja, piensas que la violencia es normal”, Marjorie lo menciona recordando su pasado.

 

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La historia de Marjorie, sin embargo, tomó un drástico giro cuando comenzó a asistir a los talleres de empoderamiento de Minga Perú. Con cada nueva lección y valores que aprendía, Marjorie se volvió cada vez más independiente y segura de sí misma. En sus propias palabras: “Minga me enseñó a ser fuerte y a seguir adelante y que, como mujeres, nosotras hacemos nuestro propio destino. Gracias a Minga, ya no me siento una mujer débil”.

 

Finalmente, Marjorie encontró la fuerza para romper el círculo repetitivo de violencia doméstica en su relación, y se fue con sus hijos para comenzar una nueva vida de respeto, amor y paz. Seis años después, Marjorie se convirtió en una representante comunitaria oficial de Minga Perú, y en la primera mujer en ocupar un puesto de liderazgo en el gobierno municipal, cuando fue nombrada “Coordinadora de Proyectos de Desarrollo”. En esa función, ella supervisó la construcción de un centro comunitario público que brinda un lugar seguro a los niños mientras sus padres trabajan, y un ambiente a salvo donde las mujeres aprenden a superar la violencia doméstica.

 

“A todas las mujeres: ningún hombre tiene el poder sobre ti. No tienes que permanecer al lado de alguien que te maltrata. Encuentra tu propio valor y fuerza, y date a ti misma permiso de disfrutar la vida con tus hijos como mereces. La vida continua, así que sigue adelante por ti y por tus hijos”.

Marjorie Alfaro

 

 

Ayuda a empoderar a otras mujeres y niños como Marjorie en la Amazonía.

 

DONA HOY

 

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