Empoderamiento a través del Aprendizaje Continuo

Cómo el deseo de aprender cambió la vida de una mujer.

 

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Francisca Jane Orosco Martínez es una mujer de 43 años que pasó la mayor parte de su vida en una  comunidad en Ucayali con su esposo y sus cuatro hijos. En el 2003, ella y su esposo notaron que sus tres hijos que cursaban la primaria estaban recibiendo una educación de baja calidad. En todo el año escolar, solo aprendían el equivalente a tres meses. Esta situación motivó a que la pareja de Francisca decidiera que se mudaran a la comunidad de Amazonas para evitar que la educación de sus hijos sea perjudicada.

 

Al llegar a la comunidad de Amazonas, lo primero que hicieron luego de construir su casa fue encontrar un nuevo colegio para sus hijos. Al paso de un año, cuando parecía que las cosas por fin se acomodaban, Francisca y su familia sufrieron dos grandes infortunios: primero el incendio de su casa, e inmediatamente después la pérdida de embarazo de Francisca.

 

Francisca se sentía perdida y totalmente desconsolada

Sin embargo, ella fue recordando la historia de su madre, quien sacó adelante a ella y a sus 7 hermanos. A partir de múltiples recuerdos, decidió que al igual que su madre, ella se concentraría en cosas positivas y poco a poco buscaría soluciones. 

 

“La vida te quita y te da cosas todo el tiempo, pero mi madre me enseñó que uno tiene que seguir adelante. Tenía a mis hijos vivos y la oportunidad de volver a construir un hogar y eso era más que suficiente para que yo tuviera una actitud positiva ante la vida”. 

 

El impacto de una buena amistad 

Con el paso de los años, su familia se fue recuperando y Francisca comenzó a sentirse parte de la comunidad a través de nuevas amistades. Una de ellas fue Soraida, una promotora comunitaria, quien la invitó a una réplica que iba hacer sobre la autoestima a partir de sus capacitaciones en los talleres de Minga Perú. Al final de la presentación, Francisca se sintió inspirada y se fue con una nueva perspectiva sobre cómo podría salir adelante ella y su familia. Aunque no había terminado la escuela primaria y al principio pensó que era imposible para alguien de su edad seguir aprendiendo, miró a su amiga Soraida como ejemplo e inspiración.

 

A lo largo del año, Soraida continuó invitándola a más talleres de Minga y Francisca nunca perdió la oportunidad de asistir. Aprendió sobre todo, desde la ciudadanía activa hasta la gestión de proyectos y el liderazgo, reforzando su deseo de aprender más sobre cómo podría impactar positivamente en su comunidad y su familia. Había encontrado en el aprendizaje una forma de empoderarse. 

 

Una oportunidad para emprender 

Cuando Francisca vio que su familia estaba mejorando, decidió que iba a dedicar más tiempo a aprender con los talleres de Minga Perú.  Comenzó a asistir a talleres sobre artesanía y reforestación de la chambira para aprender cómo preservar este recurso tan esencial para confeccionar artesanías. Además, aprendió a hacer una piscigranja, una de las actividades que generan ingresos económicos de forma más inmediata en la comunidad. Una vez que empezó a recibir ingresos, asistió a talleres para aprender cómo administrar la economía en el hogar. 

 

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Ocho años después de capacitarse en Minga, Francisca no podría estar más agradecida por las mujeres en su vida, quienes le dieron la confianza y motivación para aprender y crecer. Al mismo tiempo, está orgullosa de sí misma por haber utilizado los conocimientos de los talleres para su crecimiento tanto personal como laboral. Desde que aplica lo aprendido a su vida, ha podido triplicar su sueldo mensual que era de 100 soles (30 USD) a 300 soles (92 USD) gracias a la venta de sus artesanías. Las habilidades empresariales que ha adquirido han cambiado su vida y han creado un balance más uniforme en el poder económico entre Francisca y su esposo. Ahora tiene más control sobre la toma de decisiones en la familia, como la educación de sus hijos. 

 

Hoy, manteniéndose firme a su espíritu de aprendizaje, Francisca lidera un proyecto de reforestación de chambira, así como un proyecto de piscigranja, con los cuales ayuda a otras mujeres a ganar confianza para convertirse en líderesas dentro de sus comunidades.

 

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A la fecha, Minga ha capacitado exitosamente a más de 1 200 promotoras comunitarias como Francisca, quienes a través de las redes que crean haciendo réplicas, han tenido un inmenso impacto en más de 24 000 mujeres en las comunidades más remotas de la Amazonía peruana

 

Tú puedes ayudar a que más mujeres de comunidades rurales de la Amazonia Peruana ejerzan sus derechos a aprender nuevas formas de emprendimiento, y logren cumplir sus sueños.

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** Las donaciones en los Estados Unidos son deducibles de impuestos y pueden ser hechas a través del patrocinador fiscal de Minga Perú, The Resource Foundation.

 

Agradecemos a  EMpower – The Emerging Markets FoundationLindblad Expeditions – National Geographic, The Lindblad Expeditions­-National Geographic (LEX­-NG) Artisan Fund, The Ashmore Foundation, New England Biolabs  y a los Amigos de Minga Perú por su apoyo continuo.

 

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